En esta ocasión, Isaac Asimov nos deleita con otra de sus obras de ciencia ficción llamada Yo, robot. Aunque seguramente muchos de ustedes ya han visto la película protagonizada por Will Smith, igualmente les comento un poco de que trata esta excelente historia.
Con motivo de su 75 aniversario, un joven periodista entrevista a la Doctora Susan Calvin, robot-psicóloga y peso pesado de la U.S. Robots & Mechanical Men, Inc. El objetivo es trazar una trayectoria en la historia de la robótica desde que la empresa inventora de los cerebros Positronic está en funcionamiento, que curiosamente también son 75 años.
Haciendo memoria, la Dra. Calvin recordará una serie de episodios puntuales en los que ella y sus colaboradores se vieron inmersos. Una serie de problemas sorprendentes que tuvieron que solucionar con mucha técnica, pero sobre todo con mucha psicología robótica, la mayoría de los cuales tienen ver con los conflictos generados por las Tres Leyes de la Robótica, el dogma de que todo robot tiene grabado en su cerebro: auto-preservación, obediencia, y sobre todo la incapacidad de hacer daño a ningún ser humano, ni permitir que otros se lo hagan.
En realidad Yo, robot es un conjunto de relatos independientes enlazados por unos mismos protagonistas, y expuestos a modo de anécdotas que cuenta Susan Calvin. Todos tienen relación con la psicología robótica, se trata de solucionar algún defecto de funcionamiento generado por una situación concreta que pone en conflicto las Leyes de la Robótica, que en principio son excluyentes entre sí.
Asimov es un maestro en este campo y explica los detalles como si la interacción con robots fuera nuestro pan de cada día.
Mi opinión sobre Yo, Robot.
Aunque no soy demasiado de relatos, la exposición de las historias ha conseguido que no perdiera el hilo. Lo he disfrutado mucho. Creo que no decepcionaría a ningún amante de la ciencia ficción.
Los relatos son largos y permiten hacerse una idea muy amplia de la problemática de cada caso. Mezcla con mucha habilidad las explicaciones técnicas y psicológicas con el comportamiento a veces muy informal de algunos protagonistas.
Me gustan las historias de robots y me gusta mucho el estilo de Asimov, la verdad es que esperaba algo bueno viniendo de él y Yo, robot no me ha decepcionado en absoluto. No es una obra de la magnitud de la Fundación ni lo pretende, pero versa en su universo personal y sigue con coherencia sus preceptos.
